Historia del espiritismo en México

Los primeros hechos documentados en la historia de México sobre la práctica del espiritismo ocurrieron en 1870.
Sin embargo, el espiritismo en México solamente comenzó a ser conocido por medio de la práctica de Francisco I. Madero, empresario y político que llegó a ser presidente del país y llevó el estudio del espiritualismo a las escuelas. Madero tuvo sus primeros contactos con la doctrina espírita en 1891, pero el espiritismo no nace ni muere con él.

Mucho antes, en la ciudad de Guadalajara, hubo una fuerte presencia espírita con gran relevancia pública que enseguida llegó a la ciudad de México. De ahí nace, en 1868, el primer periódico espírita de México: «La Ilustración Espírita», que publicaba contenido de alta calidad sobre la doctrina y se convirtió en un órgano oficial de su difusión. Su primera edición data del 15 de diciembre de 1868 y destacó en su llamada la máxima espírita de Kardec: “fuera de la caridad no hay salvación”. Un año después de su fundación, el periódico se mudó a Guanajuato y en 1872 comenzó a ser editado en la ciudad de México, donde circuló hasta 1879. Desafortunadamente, en julio de ese año la impresión fue interrumpida debido a la falta de recursos, con una tentativa de retorno en el año de 1888.

Otro dato importante del espiritismo en México es el establecimiento de la «Sociedad Espírita Central de la República Mexicana» en agosto de 1872. Esta sociedad representó la seriedad y la fuerza con el que el espiritismo fue instalado en México y considerado una prueba de los principios dictados por los espíritus superiors a Allan Kardec. Durante estos años, varios grupos espíritas se habían formado oficialmente, entre ellos, él Circulo Allan Kardec de la Ciudad de México, representado por el escritor Ignacio Castera, así como otros diez establecidos en la Ciudad de México y diversos estados de la República Mexicana.
Actualmente, el Consejo Espírita de México (COEM) es el órgano federal que expresa la unión de las asociaciones, grupos y federaciones espíritas del país, y se dedica a divulgar la doctrina. Su fundador y gran diseminador es Jorge Zurita, que lleva a cabo la gestión y la representación del espiritismo mexicano desde 2007.